Si hay una atleta que haya sido proactiva en su carrera deportiva, que siempre iba un paso adelante, esa es Bertha Sánchez, quien le dio a Colombia muchas victorias y se convirtió en una referente del atletismo nacional en los años 90s y principios del 2000.
Y esa misma filosofía ganadora y emprendedora se las transmite a los jóvenes que hacen parte del Club Fundación Bertha Sánchez, en su natal Sevilla (Valle del Cauca) en el que hay 63 atletas de iniciación, formación, recreativos, y entre ellos 33 que ya hacen parte de procesos competitivos.
Pero en época de Pandemia no es fácil mantener los procesos de los atletas de alto rendimiento y la falta de recursos no es ajeno a esta tarea, que ya a dado frutos en certámenes nacionales.
Por eso, Robert Hernández, esposo de Bertha y formador de talentos en el club, tuvo la idea de un emprendimiento agrícola, que no solo les generara recursos al club, sino oportunidades laborales a los deportistas y formación en valores.
«Aquí no solo aprenden el arte de cultivar, sino que valoran el esfuerzo, son más responsables y comprometidos con sus procesos de formación», destaca Robert, quien también está al frente de la Carrera Atlética de Sevilla, pero que este año tampoco se pudo realizar.
«Alquilamos un terreno donde se cultiva tomate y ahora también está saliendo habichuela y pepino», agrega Bertha, quien representó a Colombia en varios certámenes del ciclo olímpico, incluido el maratón de los Juegos de Beijing 2008.
Y si de responsabilidad se trata, los jóvenes de la fundación son ejemplo de ello. Ahora que pueden salir a entrenar, hacen sus prácticas de 6:00 a 8:00 de la mañana, van a sus casas, se alistan y llegan a trabajar a la huerta, hasta el mediodía.
«No hacen trabajos pesados, pero sí son muy útiles en el proceso de recolección, amarre, empaque y distribución», explica Robert, quien en el proyecto cuenta con la asesoría de un ingeniero agrónomo, un agroindustrial y una experta en finanzas, además de Bertha, quien es la que planifica las jornadas dependiendo la intensidad, porque ante todo «son deportistas».
Este es solo uno de los tantos proyectos de la Fundación, que busca los recursos para ayudarles a los nuevos talentos a salir adelante a través del deporte. También hacen rifas, venden llaveros en las carreras y organizan actividades para financiar los viajes y la indumentaria de los atletas.
Y los resultados saltan a la vista, tanto en lo laboral como en lo deportivo. Venden los productos en pequeños expendios de Sevilla y sus atletas se empiezan a destacar en el ámbito nacional, pero algunos ya son figuras reconocidas, como el caso de Fabián Hinestroza, quien obtuvo la medalla de plata en los 3.000 metros obstáculos de los Juegos Nacionales, los hermanos Jagannatha y Subhadra Sánchez, figuras juveniles en pruebas de fondo, y los marchistas Anderson Callejas, Juan Pablo Galeano y Leidy Hernández, algunos con participaciones en eventos internacionales.
Y como si fuera poco, tanto Bertha como Robert, les insisten en la importancia en la educación. «Fabián regresó de Puerto Rico, donde se graduó como profesional en deportes; Jagannatha Sánchez va en tercer semestre de Ingeniería de Sistemas, y Alejandra Sánchez también está a punto de ser ingeniera», recalca Robert.
