“No le tengo miedo a nada ni a nadie pues todos somos seres humanos, tenemos cualidades y para mí el escenario no es importante. No voy a correr con la tribuna ni con otro sino conmigo mismo”. Así, contundente, sin temores, pero con la convicción que todos llegan a ganar, vive el subcampeón mundial de los 400 metros, los días previos a su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Estaba recorriendo la Villa, reconociendo la sede de Colombia y compartiendo con varios de los atletas que ya se encuentran instalados en el edificio asignado a la delegación colombiana.
“Ya estamos aquí en Tokio y mi meta y mis objetivos son precisos, hacer todo lo posible en los 400 metros y luego con mis compañeros en el relevo de 4 x 400. Quiero ser finalista y luego lo que Dios me dé, lo que merezco, más allá o más acá y luchar por un cupo en la final del relevo”, aseguró el medallista dorado de los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
“Entrenamos para salir adelante y eso es lo que hacemos en todas las grandes competencias, en la Liga de Diamante y en los diferentes tures alrededor del mundo y esos resultados allá son los que dan confianza para llegar aquí, aparte del entrenamiento”, dijo el velocista que buscará ascender al podio en estos los llamados Juegos de la pandemia.
Por ahora no puede entrenar en la pista del Estadio Olímpicos de Tokio, porque el escenario lo abrirán apenas entre el 25 y 26 de julio, pero mientras tanto trabaja en la Villa, con el grupo de fisioterapeutas, siempre con la mente puesta en un propósito claro.
“Siempre llegar a la final es el gran objetivo y luego lo que Dios quiera, una medalla, un cuarto o quinto lugar, todo lo agradezco pues todo está escrito. Hay que tener en cuenta que aquí todos vienen a correr y quieren ganar, nadie quiere perder”.
Esta será su segunda participación en unos Juegos Olímpicos, pues estuvo en Rio 2016 con el equipo de relevos 4×400, con Diego Palomeque, Carlos Lemos y Alejandro Perlaza, quienes también estarán en esta ocasión en Tokio, además de John Solís y Raúl Mena.
El 2019, durante los Juegos Panamericanos de Lima 2019, se colgó la medalla de oro en los 400 metros planos y en los 4×400 metros relevos, en esta ocasión con Jhon Solís, Diego Palomeque y Jhon Perlaza, el cuarteto de jóvenes que ilusionaba a Colombia con un renacer del deporte de velocidad.
La buena racha del deportista colombiano no acabó ahí, pues en el Mundial de Doha 2019 se convirtió en su objetivo principal. El guajiro de nacimiento, pero barranquillero de corazón, clasificó a la semifinal en tercer lugar con un tiempo de 45.93 segundos, en la segunda fase de la competencia consiguió el pase a la final con 44.55 segundos, dejando así una nueva marca nacional, ya para la final, Zambrano dejó claro qué era dejar la piel de un colombiano en la pista y con un tiempo de 44.15 segundos, no solo superó su propia marca, sino puso su firma como nuevo récord suramericano.
Zambrano logró colgarse la medalla de plata en los 400 metros masculino, convirtiéndose así en el primer colombiano en la historia de esta competencia en ganar una medalla, siendo superado únicamente por el bahameño Steven Gardiner.
Con sus 22 años de edad, es el máximo representante y referente del atletismo en Colombia y una de las piezas clave para los Juegos. No le inquieta cuando le hablan de los campeones mundiales nacidos en Jamaica o de las princip 2020ales figuras mundiales. Los ha enfrentado y los ha vencido, como lo hizo recientemente en el Meeting de Madrid, cuando le ganó en un gran final al surafricano Wayne van Niekerk, actual campeón olímpico y recordista mundial.
No llega a Tokio sólo a participar sino con la experiencia de unos Olímpicos, un sudamericano, un panamericano y un subcampeonato mundial y espera estar en la final y darle una nueva alegría a su país.
Con información del COC – Tokio 2020