Cada vez son más frecuentes las carreras en el calendario nacional, en diferentes municipios y ciudades principales, algunas, incluso, sin contar con los avales respectivos de las ligas o la federación, lo que pone en peligro la seguridad de los corredores, y a los municipios en riesgo de investigaciones por el hecho de usar recursos públicos en eventos sin cumplir con los requisitos de ley.
Pero adicionalmente a eso, ahora la mayoría de eventos atléticos quieren implementar la distancia de media maratón, sin tener en cuenta que no todos los corredores aficionados están preparados para hacer los 21 kilómetros, y de hecho la mayoría se inscribe en distancia menores, como la de los 10 km o los 5 km, que van más acorde con la intención de incentivar los hábitos de vida saludable y tener espacios para la actividad física.
Y en medio de esa saturación de carreras, muchas dan buenos incentivos económicos, para atraer a los mejores corredores del país. Algunos caen en el juego y terminan corriendo cada ocho días, porque de eso depende su sustento económico, pero eso definitivamente va en detrimento de la calidad.
Para solo dar un ejemplo, este fin de semana de puente festivo (entre el sábado 9 y el lunes 11 de noviembre), se llevaron a cabo carreras como la Marriot en Cali (6 km y 10 km); la Armenia Night Run (7 km y 15 km), la de Pueblo Nuevo (Córdoba), de 10 kilómetros; la Media Maratón de Montería, que también tuvo la distancia de los 10 km; la Carrera de la Policía, en Bogotá (21 km y 10 km), la Cota 11k, la Carrera de la Mujer, en Soacha, y el Reto Aeropuerto, en Bucaramanga.
Algunas de esas entregaron premios de más de 20 millones de pesos, que incluían 2,5 millones para los ganadores, y otras solo buscaban la participación de los atletas aficionados. Pero más allá de querer hacer carreras, en algunos casos, los organizadores no se preocupan por dar a conocer los resultados, información importante para los corredores y medios.
De otra parte, los mejores atletas colombianos llegan a las carreras, o por invitación, o porque tienen premiaciones muy atractivas, como ocurrirá el fin de semana del primero de diciembre, cuando se viene otra avalancha de carreras, como abrebocas para las que se avecinan en la temporada decembrina.
El primero de diciembre habrá varias carreras, en su mayoría en la distancia de media maratón y que incluyen también los 10 kilómetros. En la agenda hay competencias en Yopal (Casanare), Sopó (Cundinamarca), Manizales (Caldas), La Ceja (Antioquia), Tolú (Sucre), Popayán (Cauca), y Bogotá, donde se realizará la distancia de maratón. Y a estas se une también la carrera Rescate de la Frontera, en Tumaco (Nariño), que se disputará un día antes, el 30 de noviembre.
Y ahí empieza el ajedrez para los atletas en busca de premios, porque en cada una de esas se entregan incentivos entre los cuatro y los 10 millones de pesos a los ganadores.
Lo cierto es que esto parece no parar y en algunos casos no las pueden controlar ni las ligas. Es una verdadera avalancha, que beneficia a los corredores aficionados, aunque en algunas ocasiones se quejen por el alto costo de las inscripciones, pero definitivamente perjudica el nivel del atletismo de fondo en Colombia, que de hecho está lejos de los mejores en Suramérica.