
Para nadie es un secreto del talento de Carolina Tabares, quien cada vez que sale a una pista de atletismo genera noticias positivas para el país.
La corredora del Equipo Porvenir es admirada por sus propios compañeros, porque con pocas competencias siempre sorprende con buenas marcas. De hecho fue la encargada de acabar con la hegemonía de una de las más grandes corredoras de la historia en Colombia: Stella Castro.
En el 2013, durante los Juegos Bolivarianos de Trujillo (Perú), obtuvo la medalla de plata en los 5.000 metros (ganó la peruana Inés Melchor), con un registro de 15:35.30, para superar, por más de 13 segundos, el récord que estaba en poder de Stella Castro (15:48.82) desde 1997.

Un año después, en mayo del 2014, se convirtió en la primera mujer colombiana en superar la barrera de los 33 minutos en los 10.000 metros, al cronometrar 32:39.13 en Palo Alto, California (Estados Unidos), cuando también superó el récord que tenía la misma Stella Castro (33:05.97), desde los Juegos Panamericanos de Winnipeg (Canadá), en 1999.
Esa marca de los 10.000 metros planos la ha superado en dos ocasiones más y hoy la tiene en 32:19.59, registro que espera seguir mejorando, en busca de hacer historia en el olimpismo colombiano.
Carolina sueña con convertirse en la primera mujer colombiana en participar en unos Juegos Olímpicos en pruebas de fondo en pista (5.000 y 10.000 metros). Actualmente, en el escalafón de la ruta a Tokio, ocupa el puesto 28, a una casilla de los 27 cupos que se asignarán. En los 5.000 metros está ubicada en el puesto 40 y se clasificarán 42 atletas.

«Me siento más cómoda en el 10.000 y la idea es hacer unas competencias al inicio de la temporada 2021 en Argentina, antes de ir a Estados Unidos a seguir buscando la marca que nos acerque a ese sueño, porque sé que voy a estar allá», anhela Carolina, quien este año tenía planeado competir en el Iberoamericano, en España, y quedarse en Europa para hacer otras pruebas, pero la pandemia del Covid-19 le cambió todo.
Con este nuevo panamorama espera volver a competir en diciembre, dependiendo de las carreras que salgan, para empezar a planear el 2021. Por ahora trabaja con determinación para llegar en las mejores condiciones cuando llegue la hora de ‘mover la mata’, como ella misma dice, en las pistas.
«Estoy haciendo mucho fondo y tres días a la semana hago fortalecimiento con mi fisioterapeuta, Naty Marín, quien me trató cuando tuve la lesión de la rodilla y siguió conmigo, apoyándome en este proceso. También trabajo una vez a la semana con Nury Neira, la fisio del Comité Olímpico», destaca la corredora del Equipo Porvenir, escuadra a la que llegó en el 2013 y en la que aún sigue, después de siete años.

Carolina es agradecida con el apoyo que recibe de parte de Antioquia y de Porvenir, porque gracias a ellos ha podido hacer un buen proceso y romper marcas, que además, la han llevado a representar a Colombia en un mundial, como lo hizo en Moscú 2013.
A pesar de su gran palmarés, las competencias del ciclo olímpico le han sido esquivas por diferentes circunstancias, como lesiones, o un embarazo, que incluso perdió.
Pero siempre sale fortalecida y así se mostró el año pasado, cuando retomó las competencias y se coronó campeona suramericana de los 10.000 metros, lo que le daba el derecho para estar en el Mundial, pero la federación no la escogió en la nómina que viajó a Doha, hecho que le dolió y «hasta me hizo llorar», pero siguió trabajando en busca de otro sueño: estar en los Juegos Olímpicos de Tokio, coincidencialmente la casa de su nuevo patrocinador, Asics.
Quiere estar en la lista de las mejores 27 del mundo, para volver a llorar, pero de felicidad, al hacer realidad su sueño y de paso hacer historia para el olimpismo colombiano, como la primera mujer en la prueba de los 10.000 metros de una cita olímpica.