El 2018 comenzó con el pie derecho para Carolina Tabares. La atleta, oriunda de La Guajira, pero de corazón paisa, regresó a las filas del Equipo Porvenir para demostrar que “seguirá ‘moviendo la mata’ por muchos años”, frase de batalla tradicional para una de las mejores fondistas de los últimos años en Colombia.
Esta mujer de 32 años, que terminó tercera el pasado domingo 4 de marzo en el Run Tour 2018, reconoció que el año de competencia va por buen camino y que seguirá trabajando para obtener mayores logros durante todo el calendario de competencias.
“Gracias a Dios he comenzado bien el año y eso lo pude ratificar en el Run Tour, pues es una competencia bastante fuerte, por el nivel de los atletas que participan. Para mí, haber conseguido el tercer lugar es muy gratificante porque eso quiere decir que vamos por buen camino para cumplir los objetivos de este semestre”, expresó la deportista.
Sin embargo, para que Carolina lograra llegar nuevamente a su alto nivel tuvo que enfrentar, tal vez, uno de los momentos más difíciles de su vida. En junio de 2017, Tabares perdió un bebé, situación que la alejó por más de tres meses del atletismo, pero que se convirtió en una motivación para estar de nuevo en el camino del alto rendimiento, codo a codo con las mejores corredoras del área.
“En mayo me enteré que estaba en embarazo, pero perdí mi bebé y eso hizo que tuviera que parar unos meses de entrenar. Enfrenté una recuperación física y anímica. Fue un momento muy difícil, pero en octubre retomé mis entrenamientos y desde entonces trabajo para ir retornando poco a poco dentro de esta disciplina”, comentó la atleta antioqueña.
El mal momento que Carolina tuvo que enfrentar fue superado gracias al amor de su esposo, Víctor Hugo Ocampo, y de su hija, Melani, quienes fueron fundamentales para que Tabares se volviera a enfocar en su calendario deportivo.
“Fue una situación muy triste, porque en el momento que mi esposo y mi hija, de siete años, supieron la noticia se pusieron muy felices, pero después de qué supimos que al bebé se le había apagado el corazoncito fue muy duro. Yo en ese momento solo pensaba en cómo contarle a mi hija lo que estaba sucediendo. Realmente fue una situación muy dura, pero gracias a Dios tuve el apoyo de mi esposo y de la niña, que a pesar de ser tan pequeña siempre me decía cosas como: «mamá tu eres muy fuerte y si tu sigues llorando el bebé se le mojan las alas y no puede llegar al cielo”, afirma con melancolía la atleta que se prepara para participar en la media maratón de Santiago de Chile, en abril.
Esas palabras de aliento de su pequeña y el amor incondicional de su esposo, que es su entrenador, le permitieron a Carolina levantar la cabeza y darse cuenta que aún tiene mucho talento para brillar dentro del atletismo nacional e internacional.
“Cuando volví a entrenar fue muy duro porque mentalmente quedé afectada, pero comencé el proceso con calma, no me desesperé y mi entrenador siempre estuvo ahí. Día tras día mi cuerpo me iba diciendo cuánto podía dar y así ir aumentando la exigencia. Todo este proceso me permitió regresar a las competencias como los Juegos Bolivarianos, que pese a no dejar buenas marcas si me sirvió para motivarme, tener más seguridad en mí y enfocarme en cerrar de la mejor manera el 2017 y abrir el 2018 con triunfos”, dijo la recordista nacional de los 10.000 metros (32:24.24).
Ese regreso de Tabares a las competencias de alto rendimiento estuvo acompañado de su vinculación al Equipo Porvenir, algo que la atleta valora muchísimo: “es muy gratificante para mí estar en el Equipo Porvenir, pues porque uno como atleta requiere de un patrocinador para poder participar en las distintas carreras. De igual manera, que ellos me den nuevamente la oportunidad quiere decir que he hecho las cosas bien y que aún siguen confiando en mí. Yo sé que puedo dar mejores cosas por este equipo”, agregó Tabares.
Finalmente, Carolina le envió un mensaje a los nuevos integrantes del Equipo Porvenir que se proyectan a ser grandes atletas nacionales, uno de ellos el cundinamarqués Carlos Santiago Hernández: “Sin duda ellos deben aprovechar las oportunidades, deben luchar por sus sueños, pese a las dificultades. Hay que ser fuertes, salir adelante y explotar la condición de deportistas que Dios nos dio para lograr las grandes cosas a futuro”, concluyó una de las mujeres deportistas que de gran manera le hace tributo a su segundo apellido, Guerrero, para demostrar que el fondismo nacional tendrá por mucho más tiempo quien “Mueva la Mata”.