Mauricio Ortega no solo rompió el récord nacional y suramericano, con su actuación en Levilhe (Portugal), donde impuso una marca de 70,29 metros en el lanzamiento de disco.
Su actuación, lo puso primero en el escalafón mundial en la temporada, significó convertirse en el primer suramericano en romper la barrera de los 70 metros y lo ubica como candidato a ser finalista, y hasta medallista, en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Pero este atleta antioqueño, nacido en la región del Urabá, tiene claro que «es más difícil mantenerse que llegar», por eso no quiere dejar ruedas sueltas en su preparación, bajo las órdenes del cubano español Frank Casañas, quien fue tercero en un mundial juvenil, quinto en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y medallista de plata en los Juegos Panamericanos de 2003, también en lanzamiento de disco.
Ortega no dejó de entrenar en ningún momento, en su concentración en España. Durante el confinamiento, su entrenador le adaptó un trabajo para «fortalecer los músculos que poco trabajaba y en las falencias que teníamos, y no nos desenfocamos nunca», contó Mauricio.
Y es que su trabajo lo fundamenta en dos pilares: «disciplina y enfoque», porque está seguro de que «Así saldrá un buen resultado. Hay que hacer que las cosas sucedan, pero por encima de todo la fe», recalca Ortega, actual campeón suramericano.
Ortega recibe las victorias con tranquilidad y acepta las malas actuaciones, si así se les puede decir, sin tapujos. Como cuando no alcanzó la final de los Juegos Olímpicos y del Mundial de Doha, a pesar de las expectativas por sus resultados entre los que estaban la final en el Mundial de Londres 2017.
En la temporada 2019 se coronó campeón suramericano, con una marca que no lo dejó muy contento (58,89, aunque con mal clima por la lluvia), pero se le escapó la medalla en los Juegos Panamericanos, al terminar quinto, con un registro de 61,15 metros, prueba en la que ganó el jamaiquino Fedrick Dacres (67,68 metros), quien venía de ser medallista mundial de plata en Doha.
Pero esta nueva marca de Mauricio da para pensar en ser medallista de cualquier certamen mundial. Aunque las circunstancias de cada competencia son diferentes, en el Mundial de Doha, por ejemplo, el sueco Daniel Stahl ganó con 67,59 metros, y en los Juegos Olímpicos de Rio 2016, en los que Stahl y Ortega no llegaron a la final, ganó el alemán Christoph Harting, con 68,37 metros.
Y por ese sueño seguirá trabajando, a pesar de que ha tenido que sacrificar muchas cosas, como el hecho de haber quedado en España en plena cuarentena, lejos de su familia y con la incertudumbre de no saber cuándo va a poder viajar a su país, a encontrase con su gente.
Y un dato para cerrar, solo 25 atletas en la historia han logrado superar la barrera de los 70 metros en lanzamiento de disco…