Con su cara aún aniñada, pero la insolencia de los veteranos, Armand Duplantis sigue ‘jugando’ al atletismo, ahora en la élite, donde se ha convertido en una de las sensaciones del atletismo masculino actual.
Con 22 años, el campeón olímpico y plusmarquista mundial de pértiga ya ha reescrito parte de la historia de su prueba y este domingo lo ha vuelto a hacer, sumando un nuevo oro a su ya lustroso currículo, con otro récord del mundo para los libros.
Sólo 13 días después de superar los 6,19 tras casi 50 intentos, el sueco consiguió pasar los 6,20 metros, otra vez en el tercero y último intento, para poner el colofón a un mundial mágico.
Porque varias horas antes Duplantis había empezado a ‘calentar’ sobre 5,60: salto válido y de nuevo a descansar. Mientras, varios de sus rivales acometían la siguiente altura, 5,75, con algunos problemas. Con el estadounidense Nilsen y el brasileño Braz secundando al sueco, Duplantis volvió en 5,85. Otro salto amplio, válido… y a esperar.
Con Valentin Lavillenie eliminado en 5,90, Duplantis volvió al pasillo sobre 5,95. Superó el listón a la primera, caída y golpe en el pecho. Ahí ya sólo quedaban en liza Braz y Nilsen, pero sólo el brasileño superó la altura.
Con el podio ya definido (oro para Duplantis, plata para Braz y bronce para Nilsen), ya sólo quedaba el habitual intento de récord del mundo del sueco. Lo había batido en esta misma pista del Stark Arena el 7 de marzo pasado, cuando superó los 6,19 después de 50 intentos en varias reuniones anteriores.
Buscó la historia en un primer y segundo intento, sin éxito. Pero aún quedaban los fuegos artificiales. Sobre 6,20, el sueco clavó la pértiga en el cajetín, sobrepasó el listón que apenas rozó con un brazo, un leve tintineo que esta vez no fue suficiente para que se cayera. Otro récord del mundo para ese atleta aniñado que sigue haciendo historia.