¿Es la Media Maratón del Mar la mejor carrera de Colombia?

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La Media Maratón del Mar llegó a su sexta edición, el pasado domingo 12 de febrero, cuando 6.500 runners se dieron cita en Cartagena, para una carrera que agotó sus inscripciones en octubre del año pasado, cuatro meses antes de su realización.

Y no solo atletas colombianos estuvieron en las pruebas, de 21, 10 y 5 kilómetros, también corredores aficionados de 24 países, a pesar de no ser una carrera que haga parte del calendario internacional de World Athletics.

Uno de sus principales atractivos es la salida desde el Puerto de Cartagena, por lo que los atletas inscritos deben abordar buses desde muy tempranas horas de la madrugada para poder ingresar y tomar la partida.

Pero todo está calculado y planeado por parte de los oganizadores. Las rutas están distribuidas con 180 buses en nueve puntos estratégicos de la ciudad, desde las 3:00 a.m. hasta las 4:20 de la madrugada, cuando parte el último bus rumbo al puerto para dar comienzo a una de las fiestas atléticas más espectaculares del país, que además, tiene a Asics como patrocinador, y las camisetas son de esta marca.

En medio de la majetuosidad del puerto, de los contenedores, de los barcos, de las grúas pórtico STS (las de los puertos) y de todo lo que implica un terminal marítimo, que es considerado el más importante de Colombia y el más grande del Caribe, los participantes de la Media Maratón del Mar se van ubicando en sus corrales de salida. No hay otra zona de concentración distinta, y no se necesita.

La vía donde se ubican los corredores es como una vía de seis carriles, dedicados exclusivamente para los corredores, por lo que la salida no se congestina ni hay aglomeraciones, aunque de todas maneras maneja las áreas VIP, para que los atletas élite y los más rápidos puedan salir adelante.

Todas las áreas están perfectamente delimitadas y la gente espera pacientemente la hora de salida, fijada para las 5:30 a.m., la de los 21 km. 15 minutos más tarde salen los 10 km, y los de los 5 km parten a las 6:00 de la mañana. Mientras esperan, hay una activación y calentamiento, desde una grúa, pero sin sobrepasar la línea de los aeróbicos como ocurre en la mayoría de carreras, que más que entrar en calor deja a los atletas agotados.

Movilidad articular y entrada en calor son suficientes para los corredores, además, disfruten de un concierto, que en esta ocasión estuvo a cargo de Zona Prieta. Y cuando ya todo está listo para la partida, la banda de música de la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla interpreta el Himno Nacional. Así es imposible no emocionarse, y para redondear el espectáculo, los juegos pirotécnicos iluminan el amanecer cartagenero en medio de los barcos, antes de la partida.

En el recorrido todo está igualmente bien organizado y el paso por los lugares más representativos de Cartagena, como la India Catalina, La Ciudad Amurallada, la Torre del Reloj, las orillas del Mar Caribe y el sector del Laguito y Bocagrande, y la llegada por el monumento a los Pegasos y el Centro de Convenciones hacen de esta carrera un espectáculo especial para los runners, y quizás, la mejor carrera de Colombia.

Los puntos de hidratación están bien ubicados y son suficientes, y en la llegada, las medallas las entregan 200 metros adelante de la zona de meta, para evitar las aglomeraciones. Hay áreas de prensa delimitadas, a pesar de que el cubrimiento es casi que exclusivamente local. Ah, y la medalla, es una medalla que da orgullo mostrarla, grande, pesada, con colores y con un diseño especial.

Quizás lo que deben mejorar para ediciones futuras es la señalización de lazos que se usan como reductores de velocidad de los vehículos, especialmente los ubicados en las inmediaciones del puerto. Allí varios atletas se tropezaron y se cayeron, porque no son tan visibles como los tradicionales. Y otro aspecto a tener en cuenta es la bolsa del kit. Una carrera de estas características debería entregar una tula deportiva y no una bolsa pálstica con los artículos y bonos de los patricinadores.