La Federación Colombiana de Atletismo tuvo recientemente su asamblea electiva, en la que la renovación, como muchas veces se pide para dar nuevos aires, se dio con tres miembros del Comité Ejecutivo.

En el seno de la rectora del atletismo colombiano fueron elegidos tres miembros nuevos: William Niño, ex presidente de la Liga de Atletismo de Santander; Nicolás Navarro, presidente de la Liga de Atletismo de Bolívar, y Julio Roberto Gómez, actual integrante de la Comisión Técnica de la Iaaf. Se mantuvieron Ramiro Varela, ex presidente, y Félix Marrugo, ex vicepresidente técnico (foto home).

Todo parecía normal, hasta que llegó el día de la reunión para escoger los cargos, entre ellos al presidente de la entidad.

En plena reunión, Ramiro Varela dijo que no se podían tomar decisiones porque la asamblea había sido impugnada, aunque la federación no había sido notificada por parte de Coldeportes de dicho hecho.

«Le preguntamos al revisor fiscal si podíamos deliberar y tomar decisiones y él reconoció que se actuó mal, por lo que decidí pararme de la reunión porque todas las decisiones que se tomaran no eran válidas», contó Varela.

Ante ese hecho, Félix Marrugo también se retiró, pero dejó expreso en el acta, que acataba todas las decisiones que se tomaran por parte de los otros tres miembros (Julio Roberto Gómez, William Niño y Nicolás Navarro).

Todo ocurrió porque las ligas de Cauca (Pablo Arteaga), Boyacá (José Baudilio López) y Tolima (Jairo Barragán), impugnaron la asamblea, en la que todo se aprobó, supuestamente sin inconvenientes, y en a que ellos igualmente participaron.

Consultamos a la doctora Isabel Cristina Giraldo, directora de Inspección Vigilancia y Control de Coldeportes, para conocer los motivos, pero dijo que no podía dar detalles porque era información privada y que solo la federación podía conocerla.

Igualmente consultamos por las consecuencias o el procedimiento a seguir y el tiempo que demoraría la respuesta por parte de Coldeportes para saber si se acepta o no la impugnación.

«Hay que esperar a que se cumplan los trámites y escuchar a las partes para dar un concepto», agregó sin dar más detalles.

Lo cierto es que este galimatías que se armó podría afectar a los propios deportistas, que tienen grandes compromisos nacionales e internacionales en la temporada.

Aunque el calendario nacional está aprobado y las ligas ya tienen compromisos adquiridos, la institucionalidad de la federación deberá retomar el rumbo por el bien del atletismo colombiano.

Lo que queda en el tintero es si en la federación hay hambre de poder, desconfianza de las actuaciones de los demás, miedo a la renovación, inmadurez al no aceptar las decisiones de la mayoría o protagonismo desmedido.

Habrá que esperar a que Coldeportes tome una decisión para saber si acepta o no la impugnación y si se deberá hacer una nueva asamblea.

Por ahora, a estar pendientes de los eventos del calendario nacional y de la participación de los atletas en certámenes como el Nacional Interclubes, el Grand Prix Ximena Restrepo, el Mundial de Marcha, el Campeonato Nacional Sub-18, los Juegos Suramericanos, para solo nombrar algunos de los próximos dos meses.