En la jornada de cierre del atletismo en los Juegos Panamericanos se disputaron 11 finales, en medio de un cierre literalmente loco, porque todo pasaba al mismo tiempo, incluso con las competencias de los colombianos.
El primero en competir fue José Tomás Nieto, en el salto con pértiga, prueba que inició en la altura de 5,10 metros y superó en el segundo intento, como igualmente lo hizo en 5,20 y 5,30, pero falló en sus tres turnos en 5,40, para ubicarse finalmente sexto. La medalla de oro quedó en poder del estadounidense Matthew Ludwing, con 5,55 metros.
Y antes de terminar Nieto, ya estaban compitiendo Jennifer Laritza Rodríguez, en el salto alto y Carlos Sanmartín, en los 3.000 metros obstáculos.
Las posibilidades de lograr una medalla se centraban especialmente en Sanmartín, quien venía de ser medallista de plata en los Panamericanos de Lima 2019, pero comenzó una carrera atípica, en la parte trasera de un grupo numeroso y de buen nivel.
El atleta metense está acostumbrado a correr de atrás hacia adelante, pero esta vez parecía estar cediendo demasiado terreno, y la verdad es que estaba desconectado y nervioso, como nunca, según lo manifestó el propio Sanmartín después de la competencia.
«La verdad es que no estábamos enchufados, como se dice popularmente, y apagados desde el comienzo, eso conllevó a que comenzáramos muy lentos y me alcancé a preocupar, cuando pasé el primer mil e iba muy atrás. Empecé a reaccionar y a recuperar», contó Sanmartín, quien igualmente confesó que desde que salió de la Villa estaba muy nervioso y hasta le temblaban las piernas.
Lo cierto es que reaccionó y se metió en la punta del grupo, aunque los dos punteros ya le habían tomado una luz de ventaja, pero aprovechó su velocidad para hacer muy rápido las últimas dos vueltas y de esa manera asegurar un lugar en el podio.
El ganador fue el canadiense Jean-Simon Desgagnés, con 8:30:14, seguido del estadounidense Daniel Michalski, con 8:36.47, y el colombiano completó el podio, con un registro de 8:41.59.
Por su parte, Jennifer Laritza, quien había sido la única atleta en clasificar directamente, tras su título en los Juegos Panamericanops de la Juventud, en Cali, hacía una presentación extraordinaria, especialmente porque en sus últimas competencias no se le vaía bien.
Pasó el listón ubicado a 1,81 metros, en su tercer y último intento, y de esta manera se aseguró un lugar en el podio, pues solo la estadounidense Rachel Mccoy y la dominicana Marisabel Senyu también lo habían logrado.
Y mientras pasaba la celebración de Sanmartín, la misma Mccoy y la colombiana superaron igualmente los 1,84 en el segundo turno, mientras que la dominicana fallaba. Ahora, Jennifer Laritza era mínimo medalla de plata.
Mccoy pasó los 1,87 metros en el primer intento y obligaba a la colombiana a ir más alto, porque tenía más faltas en los saltos anteriores, pero Jennifer dejó el listón en 1,87 y falló, para quedarse con una medalla de plata que no estaba en las cuentas de muchos, y con la que Colombia cerró un día de lujo.
En ese momento solo quedaba la competencia de Billy Williams Julio, quien no se conectó con sus mejores sensaciones y en medio de una noche fría se ubicó sexto, con una marca de 63,35 metros, en la prueba ganada por el estadounidense Curtis Thompson, con 79,35 metros.
De esta manera, Colombia cerró en el atletismo con tres medallas de oro, dos de plata y dos de bronce, para un total de siete, con lo que se mejoró en una medalla de plata más con respecto a Lima 2019, aunque en esta ocasión fueron dos de bronce, y hace cuatro años habían sido tres.