El podio femenino del maratón de los Juegos Olímpicos de Río 2016 está seriamente tocado en su credibilidad.
La primera y la segunda de aquel cajón han dado positivo por doparse con EPO, la sustancia prohibida estrella en las pruebas de fondo en este siglo, que sirve para aumentar la concentración de glóbulos rojos para potenciar el oxígeno que reciben los músculos con la misma cantidad de sangre.
El pasado 17 de enero, la Unidad de Integridad en el Atletismo de la IAAF anunció la sanción de ocho años a la campeona olímpica, Jemimah Jelagat Sumgong, de 34 años y 2:20:48 de marca personal, por dar positivo en un control fuera de competición en Kenia, en febrero de 2017, e intentar mentir después falsificando informes médicos para justificarlo. Su carrera deportiva está así acabada, pero mantendrá el oro de Río 2016 al haber dado positivo posteriormente.
Ahora, el mismo organismo ha anunciado el positivo, también por EPO, de la segunda en esa carrera, la keniana nacionalizada por Bahrein Eunice Jepkirui Kirwa, de 35 años y 2:21:17 como marca personal. En este caso, la suspensión es provisional y a falta de decisión firme.
En ese maratón olímpico que acabó en el sambódromo de Río de Janeiro, la keniana ganó por un margen de solo 9 segundos a la bahreiní, ya que ambas llegaron juntas hasta el kilómetro 40. Tercera, a solo 24s, llegó la etíope Mare Dibaba.
La Unidad de Integridad ha anunciado en lo que va de año 16 sanciones en firme, de las que ocho son de atletas rusos y tres de kenianos. Hay 42 atletas de Kenia ya sancionados en esa lista.
Tomado de runnerswolrd.com