Con información comunicaciones COC
Seis récords nacionales en categoría mayores, los mismos seis para la categoría Sub-23 y tres en juvenil, son los quince registros que ostenta la pereirana Sandra Lorena Arenas Campuzano en la marcha atlética del atletismo en Colombia.
En el ámbito internacional tiene una medalla de bronce en el Mundial de Barcelona 2012 y una de oro de la Copa Mundo de Saransk 2012, en Rusia, ambas en categoría juvenil, y dos quintos lugares en los mundiales de mayores, en Londres 2017 y Doha 2019, logros suficientes para ser la referente de su disciplina en el país y en el mundo.
Así como Éider Arévalo lo es en la rama masculina, Lorena Arenas es la juventud y la experiencia de la marcha atlética femenina colombiana, luego de terminar 31 en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y 32 en su segunda cita olímpica, en Rio 2016, en los 20 kilómetros.
El deporte es una realidad que vive desde el colegio, pues aunque no practicaba ninguno antes de los 15 años, cuando llegaba la clase de educación física y había que correr, ella era la mejor. No tenía rival.
Pero hasta ese momento era sólo cuestión de colegio, de una clase. Fue solo cuando se radicó en Medellín cuando dio su paso clave en el deporte, porque allí, Juan Camilo Calderón le dijo que tenía talento para el deporte y le enseñó a marchar.
Así como varios marchistas, Lorena llegó a la marcha atlética porque el estilo de la disciplina deportiva es muy llamativo. Le parecía gracioso ver a quienes practicaban esta modalidad. Por eso preguntó, luego lo practicó y se quedó para ahora ser una de las mejores del mundo.
“Desde el momento en que empecé la marcha siempre me fue bien, gané desde mi primera competencia, y en mis primeros eventos internacionales fui Campeona Suramericana y Panamericana, con medalla de bronce mundial al siguiente año y medalla de oro en Copa Mundo. Entonces mis resultados han ido muy rápido. Por eso pienso que mi decisión fue muy acertada”, asegura Lorena.
Y sí que ha ido rápido, porque se inició en 2009, en el 2011 ganó sus primeros eventos nacionales y desde 2012, con 18 años de edad, empezó a romper los cronómetros y a instalar su nombre en la lista de récords, como el 45:44.46 de los 10 kilómetros que le dio la medalla de bronce en el Campeonato Mundial Júnior de Barcelona, en España, y que fue marca nacional en su momento.
“Tengo casi todos los récords nacionales de marcha. Me faltaron los de menores, porque nunca participé en esa categoría. Pero eso me da mucho orgullo, porque alguna vez también tuve récords suramericanos”, reconoce Lorena.
Ese mismo año, 2012, además de ganar la Copa Mundo de Saransk, en Rusia, se estrenó en los 20 kilómetros e hizo la marca mínima para acompañar en los Juegos Olímpicos de Londres a las experimentadas Íngrid Hernández y Arabelly Orjuela. Y no solo compitió con ellas, sino que las venció. Fue la mejor del país al ubicarse en la casilla 31 y emprendió el ciclo olímpico camino a Rio 2016.
Después obtuvo la medalla de plata en los Bolivarianos de Perú 2013; oro en los Juegos Suramericanos de Chile 2014; plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de México 2014, y cuarto lugar en los Juegos Panamericanos de Canadá 2015, antes de su segunda cita olímpica, en Rio de Janeiro.
Ese recorrido le permiten soñar con una medalla en Tokio, objetivo que se empezó a labrar en el Mundial de Marcha de Roma 2016, en el que ocupó el puesto 11, también con récord nacional Sub-23 y mayores, cuando bajó la barrera de 1:30, tras cronometrar 1:29.31, y sumar, además, la medalla de bronce por equipos, con Sandra Galvis y Yeseida carrillo.
Desde entonces empezó un nuevo ciclo olímpico que tuvo su última estación en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, donde obtuvo la medalla de oro, nuevamente con marca nacional, al parar el reloj en 1:28:03.