Definitivamente no está muerto quien pelea.
Y ese dicho sí que le cae a Carlos Sanmartín, quien se recuperó de una lesión, que lo mantuvo por fuera de las pistas durante casi ocho meses, se recuperó, volvió y se ganó un cupo en la selección que está en el Campeonato Suramericano, que se lleva a cabo en Lima (Perú).
En el primer día corrió en los 1.500 mero planos, su prueba predilecta y de la que es medallista de los Centroamericanos y del Caribe, pero no le fue bien. Terminó sexto, con 3:56.84, tras dejar que sus rivales hicieran una carrera lenta.
Pero la recompensa le llegó ese sábado en la mañana, en los 3.000 metros obstáculos. Y así como sorprendió hace un par de años cuando empezaba a mostrarse en los grandes campeonatos nacionales, lo hizo ahora en Suramérica, cuando nadie lo tenía en las cuentas.
Como se esperaba, su compañero Gerard Giraldo fue el que salió a correr en busca de la medalla de oro y en un reñido duelo siempre estuvo por delante del brasileño Altobeli Santos da Silva.
Pero a falta de dos vueltas, Sanmartín, que estaba perdido en el lote, empezó a recoger rivales hasta acomodarse tercero. Cuando sonó la campaña emprendió un remate que parecía estar corriendo 400 metros planos. Pasó de largo a Altobeli y al propio Gerard, que terminó reventado y en la parte final también fue sobrepasado por el brasileño.
Con un Sanmartín imparable no quedaba más que esperar a que cruzara la línea de meta, porque a falta de 100 metros ya sus rivales se habían resignado ante el espectáculo y la carrerota del atleta de la Liga del Meta, pero que entrena en Bogotá, ahora bajo las órdenes de Mauricio Ladino.
«La idea era trabajarle a mi compañero Gerard Giraldo, porque es el de más experiencia, estaba mejor ranqueado y tenía más opción de medalla, pero no se sintió tan fuerte como para yo ponerle un ritmo y decidimos irnos atrás», contó Sanmartín.
Y todo salió a pedir de boca, porque pensaban terminar con una marca de 8:45, pero ante la remontada del nuevo campeón suramericano, su tiempo fue de 8:36.37, en una carrera de no creer.
Sanmartín, no solo se quedó con la medalla de oro, sino con el cupo para el Mundial de Doha, que se entrega a los campeones de área, pero que igualmente tendrá que ser ratificado por la Consudatle.
«Me levanté con el pie derecho y obtengo el resultado que no obtuve ayer. Estar en el Mundial es una cosa muy bacana. Con solo cuatro años de experiencia en el atletismo y ya en un mundial, eso me dice que se va por buen camino», considera Sanmartín, quien sin embargo sigue pensando que su prueba son los 1.500 meros.
En el remate final, el brasileño Altobeli se quedó con el segundo lugar, con 8:38.43, mientras que Gerard Giraldo obtuvo el bronce, con 8:41.48.