Lamine Diack fue presidente de la antigua Federación Internacional de Atletismo (IAAF), hoy World Athletics, de 1996 hasta 2015 y estuvo inmerso en varias investigaciones de corrupción y demás delitos, por lo que incluso llegó a ser condenado por cuatro años (dos en la cárcel) por recibir sobornos por cerca de 4.1 millones de dólares en el escándalo de dopaje de atletas rusos a mitad de la década pasada.
El político senegalés falleció el viernes 3 de diciembre a los 88 años de edad en su residencia cerca de las 2 de la madrugada por muerte natural. La noticia la dio a conocer su hijo Papa Massata Diack, quien también es investigado junto a su padre, pero que se refugia en su país evadiendo una condena de cinco años. La muerte del exdirectivo también la confirmó el club de fútbol senegalés Jaraaf por medio de un comunicado, mismo que pagó la fianza de Diack.
El predecesor de Sebastian Coe, actual presidente del máximo organismo de atletismo en el mundo, fue en su juventud un deportista de esta misma disciplina. Diack fue campeón nacional de Francia en salto largo a finales de la década de 1950, previo a la independencia de su país de nacimiento.
Diack posteriormente escaló en los puestos directivos nacionales como ministro de deporte, presidente del Comité Olímpico Nacional, diputado y alcalde de la capital Dakar, pasó luego por cargos a nivel continental como presidente de la Confederación Africana de Atletismo, hasta atornillarse en el máximo cargo de la Federación Internacional, luego de la muerte de Primo Nebiolo, durante 16 años.
