Las aguas del Río Guatapurí en Valledupar se crecieron, pero no por el invierno que aún no llega, ni por las lluvias que bajan de la Sierra Nevada, sino por la emoción de ver a su diosa coronada, como la canción de Leandro Díaz.
La historia de Raquel Santamaría, la mujer que inspiró al juglar vallenato, se repite, pero no en los reinados de belleza, sino en las pistas de atletismo, donde su belleza desfila por las carrileras de saltos, cada vez que Natalia Linares compite en las diferentes pistas de Colombia y el mundo, para coronarse como la reina.
Ya lo había hecho en los Juegos Bolivarianos de Valledupar, en su tierra natal, donde ganó la medalla de oro, con récord nacional sub-23 incluido (6,68 metros) y posteriormente en el Mundial Sub-20 de Cali, cuando obtuvo la medalla de plata.
Y ahora el privilegio de verla desfilar a toda velocidad para lograr el mejor salto de la temporada en Suramérica y uno de los mejores del mundo fue la pista del estadio Jorge ‘El Mágico’ González, donde la atleta vallenata logró un registro de 6,86 metros (vv 1.6), en el primer intento, con el que se apoderó de la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023.
Y ese primer intento fue suficiente para hacer historia en San Salvador, porque con su marca se clasifica al mundial (registro exigido es 6,85 metros) y de paso a los Juegos Olímpicos de París 2024, que abrió la ventana de clasificación el pasado 1 de julio, y que exige una marca de 6,86 metros, exactamente la que hizo Natalia en la noche de este 3 de julio.
Su registro, además, la pone octava en el escalafón mundial de la temporada y se convierte en récord nacional y suramericano sub-23, al superar la marca de 6,68 metros que había hecho en los Juegos Bolivarianos de Valledupar.
Después de ese primer salto, Natalia tuvo un segundo intento de 6,34 m. (vv 0.8) y cerró la primera parte de la prueba con 6,50 m (vv 0.6). Y en la parte final, con el corazón hinchado de orgullo, pero con la necesidad de defender la medalla de oro, comenzó el cuarto salto con un registro de 6,35 metros.
Al ver que la cubana Leyanis Pérez marcaba 6,65 metros en el quinto intento, un centímetro más que el 6,64 que la instalaba segunda desde el tercer salto, Natalia prefirió no salir en su quinto turno, para dejar toda la presión a la cubana en el último salto, en el que efectivamente cometió falta.
Y ya con el oro asegurado, la campeona centroamericana y del caribe salió a la pista para despedirse con un registro de 6,54 metros y con el cupo a los Juegos Olímpicos confirmado, que celebró con su entrenador, Martín Suárez.
Por último, el tercer lugar del podio lo ocupó la puertorriqueña Alysbeth Félx, con 6,44 metros, otra conocida de la afición colombiana, pues compite seguido en el país y entrena con Ubaldo Duany, el técnico de varios atletas colombianos, entre ellos Caterine Ibargüen, cuando se coronó campeona mundial y olímpica.