El Campeonato Nacional Sub-20, que se llevó a cabo en la recién inaugurada pista de El Salitre, en Bogotá, dejó algunas figuras destacadas, entre ellos al boyacense Nestor Mateus.
Como la mayoría de deportistas colombianos, es de procedencia campesina. Desde muy niño tenía que caminar 10 kilómetros diarios para ir a la escuela (5 de ida y 5 de vuelta), porque vive en la vereda San Pedro y tenía que ir a clases a Palermo, un corregimiento de Paipa en el que se llega hasta los 3.200 msnm, a 30 kilómetros de la zona urbana.
Cuando apenas tenía 11 años, su profesor de educación física, Giovanny Cifuentes, le vio cualidades para el atletismo y lo llevó a una carrera en Paipa, donde no solo le fue muy bien, sino que llamó la atención de los entrenadores de la región.
Empezó a entrenar bajo las órdenes del profesor Fernando López, pero las dificultades para los desplazamientos lo tenían ‘escondido’, casi sin competir y relegado en su formación como atleta.
Incluso dejó de entrenar mucho tiempo, pero el profesor López insistió para llevarlo a Paipa, tenerlo cerca y sacar la casta de campeón que tiene. Cuando se graduó del Colegio Técnico de Palermo empezó un proceso en busca de explotar su talento.
«Hablé con los papás y entablamos una bonita relación. De hecho soy su padrino de confirmación y lleva concentrado conmigo unos siete meses, viviendo y entrenando», contó el profesor Fernando López.
Llegó al campeonato nacional con bajo perfil, pero convencido de que podía ganarles a los favoritos, como el vallecaucano Jagannatha Sánchez, campeón suramericano de cross country y representante por Colombia en el Mundial de la especialidad, y al bogotano Walter Martín, participante en los 10.000 metros del Mundial Sub-20, el año pasado en Finlandia.
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«Él tiene una actitud arrolladora y ganadora. No le importa a quien se tenga que enfrentar, porque se conoce muy bien y sabe cuando está en buena condición», agrega su entrenador.
En Bogotá, literalmente se comió la pista, al ganar en los 5.000 y los 10.000 metros planos, resultados que los tienen en la lista de preseleccionados para el Suramericano Sub-20, y para otras competencias internacionales.
Incluso, le están buscando la posibilidad de que se vaya a entrenar y a estudiar a Puerto Rico. Ya lo pidió la Universidad Católica y están a la espera de trámites para hacer ese sueño realidad.
«Esta es la categoría más difícil y hay que saberlo llevar, porque son jóvenes que se desvían muy fácil, pero tiene claro que si sigue la disciplina, va a ser muy grande en el atletismo colombiano», analiza su entrenador, quien ganó también con Esteban González, en los 1.500 metros planos el nacional, y de esta manera sumó las únicas tres medallas de Boyacá en el Nacional Sub-20.
Por ahora sigue entrenando y viviendo en Paipa, mientras sus papás siguen en el corregimiento de Palermo, cultivando y trabajando el campo, mientras Nestor está al lado de su padrino para seguir devorándose las pistas.
Con sus resultados espera tener apoyo del departamento y de su municipio, para seguir mostrando su talento, porque como lo dice su entrenador, si lo sabemos llevar, cuando cumpla unos 24 años «va a ser muy grande».
