El colombiano Gerard Giraldo se retiró en la prueba de los 5.000 metros del Mundial de Doha, cuando apenas iban 900 metros. Runningcolombia anticipó que tenía un problema de rodilla, pero no se conocían los detalles de la lesión.

Hablamos con el atleta para confirmar la lesión y nos contó que está a la espera de que le hagan una ecografía y que le Federación Colombiana aprueba también una resonancia, antes de su regreso al país.

Pero fue el propio Gerard el que contó, en sus redes lo que le ocurrió. Trascribimos su relato:

«Este año ha sido de dos grandes alegrías, con los dos récords, y de dos grades frustraciones, con las lesiones, días antes de grandes eventos. He podido realizar mis mejores entrenamiento gracias a la disciplina con la alimentación y a la dedicación constante, pero ahora pienso que he llevado mi cuerpo al límite, donde en dos ocasiones hice récord nacional (5.000 metros y 10 km), pero en otras dos me lesiono justo en mis últimos entrenamientos.

Cuando llegué de México, tras el récord de los 10 km, me realizan múltiples exámenes en el Centro de Alto Rendimiento, en los que todo salió normal. El día sábado, antes del viaje a Europa, hice un entrenamiento fuerte con Carlos Sanmartín, acompañado del entrenador Mauricio Ladino. En el segundo 400 sentí una molestia en el tendón patelar (en la parte frontal de la rodilla), pero al parecer no era nada del otro mundo.

Viajo el lunes 12 a España y al llegar a Europa, no sé si por la posición al dormir sentado, llego con mas dolor. En Almería me pongo bajo la supervisión médica y puedo seguir entrenando en banda, pero con dolor. A medida de que pasan los días todo sigue igual, aunque gracias a la terapia diaria y a la atención médica puedo entrenar, pero la molestia no mejora.

Se incrementa la incertidumbre de no saber si voy a poder competir. Los médicos me alientan a estar positivo creyendo que al llegar el día de la carrera podría competir, porque sabía que mi rendimiento venia al máximo.

Dos días antes intenté hacer unas pocas repeticiones de 200 metros en la pista, para saber si podía competir o no. Después de intentarlo quedo sumamente mal. Se lo comunico al médico y al delegado y me informan que debo tomar la partida para evitar una multa a la federación.

Intento calentar inyectado, con refuerzo de tape (vendajes) en la rodilla. En un momento pensé en no salir, pero ya estando ahí pensaba, y siempre me voy a preguntar, «cuánto hubiese podido aguantar, ilusamente pensando que la adrenalina me iba quitar el dolor».

En la línea de salida me embargaba la tristeza al ver tan grande escenario y no poder demostrar todo mi entrenamiento y mi talento. Pienso en aguantar el dolor lo más que pueda, porque puede se mi último mundial. Aguanté 900 metros».