Los Juegos Panamericanos eran parte de la esencia de Rafael Lloreda Currea. Estuvo en la misión de Colombia para las justas de Indianápolis 1991, Mar del Plata 1995, Winnipeg 1999, y como jefe de Misión de los Juegos de Santo Domingo 2003, Guadalajara 2011, Toronto 2015 y Lima 2019.
En Lima estuvo por última vez en las justas de Las Américas, debido a que falleció en 2021, afectado por el Covid. Desde RunningColombia queremos rendirle un homenaje a este dirigente, porque además de su trayectoria, fue el Jefe de Misión en Guadalajara, los primeros Juegos Panamericanos que cubrimos como medio y en los que estuvimos como apoyo para la prensa colombiana en México.
Lloreda, así le decíamos los periodistas, que casi nunca lo llamábamos por su nombre, era un hombre muy amigo de la prensa. Le gustaba compartir con los comunicadores y se preocupaba porque siempre estuvieran bien atendidos, con las herramientas necesarias para realizar su labor.
Además, dedicaba bastante tiempo a hablar con los periodistas, sobre temas deportivos por supuesto. Le gustaba discutir sobre las posibilidades de medallas, de los atletas que venían con buena proyección, y aunque su deporte era el voleibol, entendía muy bien de todas las disciplinas, y cuando algo no le gustaba, lo decía sin tapujos.
Como oficial de prensa en aquellos Juegos Panamericanos de Guadalajara, tenía que estar siempre reportando lo que que pasaba con los colegas. Preguntaba casi que todos los días cómo estaban y qué manifestaban del cubrimiento. Incluso abogaba para que se lograran algunos privilegios con la organización. «Hable con el encargado y dígale que va de mi parte, pero resuélvalo. Es prensa y tenemos que ayudarle», eran algunas de sus palabras.

También era atento con los comunicadores y buscaba espacios para compartir con los más allegados y conocer a los que no tenía referenciados. «Organice una comida para los periodistas, encárguese de eso y me avisa para compartir un buen momento»…
Revisaba las fotos que le tomaban, no quería que se publicara una en la que no se viera bien puesto y bien vestido. Y hasta bromeaba cuando con las fotos que no le gustaban.
Y en cuanto a los resultados deportivos también marcó una era para Colombia, ya que en esos Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 se abrieron las puertas para que nuestro país fuera un referente en el continente. De hecho, esa fue una de las mejores participaciones de Colombia en las justas, con 24 medallas de oro, 25 de plata y 35 de bronce, y desde entonces se ha venido en ascenso (28 oros en Toronto 2015 y 27 en Lima 2019).
Estaba tan pendiente de la prensa externa como interna. Incluso, le gustaba ponerle nombres a los boletines. ‘Colombia en Acción’ se llamó el de Guadalajara 2011.
Rafael Lloreda había nacido en Bogotá, hacía 69 años. Su carrera como dirigente deportivo comenzó en 1978, cuando el periodista Mike Forero Nougués, director de Codeportes, lo eligió como director de la Junta de Deportes de Bogotá, entonces filial de Coldeportes Nacional. En 1980 formó parte de la Liga de Béisbol de Bogotá como fiscal y simultáneamente fue Presidente de la Federación Colombiana de Deportes en Silla de Ruedas. En 1983 ingresó a la Federación Colombiana de Voleibol, y desde el año siguiente se desempeñó como presidente, hasta 2008, datos recopilados por el periodista Alberto Galvis en una semblanza para la Revista Olímpica.
Olímpico ciento por ciento
Lloreda estuvo presente en los equipos de misión de Colombia, en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, Atlanta 1996, Atenas 2004, Beijing 2008, Londres 2012 y Río 2016.
De igual manera apoyó las misiones en los Juegos Bolivarianos Cuenca 1985, Maracaibo 1989, Santa Cruz de la Sierra 1993, Ambato 2001, Pereira 2005, Sucre 2009, Trujillo 2013 y Santa Marta 2017.
Asistió a los Juegos Centroamericanos Cartagena 2006, Mayagüez 2010, Veracruz 2014 y Barranquilla 2018. Además, a los Juegos Suramericanos Buenos Aires 2006, Medellín 2010, Santiago 2014 y Cochabamba 2018.
Con información de la Revista Olímpica