El inglés Elliot Giles acabó con el histórico récord de Sebastian Coe, actual presidente de World Athletics, en los 800 metros bajo techo (1:44.91), que estaba vigente desde 1983, y que fue marca mundial en su momento. La hazaña la logró en el meeting de Torun (Polonia), donde en tres semanas se celebrarán los Campeonatos de Europa.
Giles superó la anterior marca en más de un segundo (1:43.63) y se situó en el segundo lugar del ránking de todos los tiempos detrás de Wilson Kipketer (1:42.67), en una prueba donde de los nueve que acabaron, cinco lo hicieron con marca personal y todos por debajo de 1.47.
El vertiginoso ritmo que pusieron las liebres (23.99 la primera vuelta y 26.15 la segunda), las mantuvo el chico de Birmingham con un rotundo final (26.35). No hubo récord mundial, como tampoco lo hubo en los 60 metros vallas, a pesar de que estaba en escena Grant Holloway.
Después de tres salidas nulas, era una quimera verle bajar de la marca de Colin Jackson (7.30). Hizo 7.38, seis centésimas más que lo que logró en Lievin hace nueve días, lo que lo perfila para seguirlo intentando.
En el resto de la jornada, la etiope Alemu ganó con 1.58.19 los 800, brillante como su compatriota Lemlem Hailu, mejor marca del año en 3.000 (8:31.24) en un disputado final con la keniana Beatriz Chepkoech (8:31.72), mientras la triplista griega Papahristou avisaba para los Europeos con 14,60 metros.
Por su parte, el bielorruso Nedasekau ganó en el salto alto, con 2,34, la Mejor marca del año, y el estadounidense Sam Kendricks, el salto con pértiga, con 5,80 metros. Entre tanto, la estadounidense Javianne Oliver corrió los 60 metros planos en 7.07.
El colofón de la feria de buenas marcas lo puso otro etíope Selemon Barega, quien se convirtió en el octavo hombre de la historia en superar la barrera de los 3:33 para los 1.500 metros, al vencer con un registro de 3:32.97, mientras que en segundo lugar llegó el polaco Marcin Lewandowski (3:35.71), registro con el que impuso récord para su país.