El Campeonato Nacional de Cross Country se disputó por segunda ocasión consecutiva en Floridablanca (Santander), en la sede recreacional de Cajasan, en el Área Metropolitana de Bucaramanga. Tras el certamen hacemos una evaluación de los hechos más destacados y que valen la pena revisar.
Organización del certamen. Santander se ha esforzado, no solo por tener eventos deportivos, sino por organizarlos bien, y el Campeonato Nacional de Cross Country no fue la excepción, con un recorrido perfectamente delimitado y marcado, zona técnica y de prensa igualmente ordenadas, área de premiación, pasillos de llegada de los atletas y con transmisión por streaming, costumbre que muy pocas ligas tienen y que se hace vital en estos tiempos.
Participación. En este sentido sí debemos hacer un llamado de atención a las ligas de los diferentes departamentos, que no enviaron a sus atletas a la competencia, a pesar de que se trataba de un evento selectivo para un certamen internacional. Afortunadamente los buenos atletas estuvieron y los mejores en esta especialidad dijeron presente. Sin embargo, la mayoría de los atletas que estuvieron en el campeonato pagaron sus gastos de alimentación y hospedaje, y hasta la inscripción, y a las llamadas grandes ligas como Valle, Antioquia y Bogotá parece importarles poco la modalidad de cross country.
La premiación. Si bien las ligas no muestran interés por tener participación en el campeonato, algunos atletas tampoco lo consideran importante, quizás porque la premiación en efectivo no es igual a la de las carreras de ruta, aunque la Liga de Santander hizo un gran esfuerzo para dar premios a los mejores de cada categoría. Con esto queda demostrado que en muhas ocasiones importa más el dinero que el honor de vestir el uniforme de Colombia en un certamen internacional. Sin embargo, se podría pensar en un circuito de cross con premiación atractiva, en las diferentes regiones.
La temporada de cross country. En Colombia, la temporada de carreras de final de año se enfrenta con el Campeonato de Cross Country, que generalmente se hace en enero, como selectivo para el suramericano, pero si se planificara mejor, se podría hacer como ocurre en Estados Unidos y Europa, donde se hacen varias carreras desde octubre y el campeonato nacional es un verdadero selectivo. Por eso, quienes hacen el esfuerzo de estar en el campeonato deben tener la recompensa de representar al país y no como ocurrió en los dos últimos años, en los que Colombia brilló por su ausencia.
La preparación de los mejores del mundo. Las comparaciones son odiosas, pero a veces son necesarias. En Etiopía, el mismo día del campeonato nacional en Colombia, se realizó el selectivo para el mundial de Cross Country, en el que vencieron Letesembet Gidey y Berihu Aregawi. Hace apenas un mes, Gidey se convirtió en la mejor debutante de maratón en la historia, y como ella, los mejores corredores del mundo usan el cross country como parte de la preparación para la temporada venidera. En Colombia, vale la pena destacar, que Muriel Coneo viajó a Europa a competir en tres pruebas de cross country en diciembre, y ella ha demostrado ser una de las mejores atletas las diferentes competencias de fondo en las que participa.
Los nuevos talentos. Afortunadamente, la mejor participación del nacional de cross country generalmente está en las categorías menores, donde se han venido destacando atletas con buena proyección, como el caso de Yeison Mesa, John García, Meyer Valcderrama (todos de Boyacá); Erika torres, de Boyacá; Daniela Moreno, de Santander (ojo con ese nombre), y Karol Luna, en la categoría sub-18. En sub-20 también hay que destacar a varios de ellos, y solo por nombrar a algunos, vale la pena seguir la huella nombres como los de Laura Rojas, de Boyacá, y María José Gelvez, de Santander; así como los cinco primeros de los varones, todos muy parejos, a pesar de la victoria de Pedro Marín, de Cundainamarca. Los otros que también brillaron fueron Sebastián Izquierdo, de Nariño; Santiago Lagos, de Santander; Omar Aguilera, de Boyacá, y Oscar Lesmes, de Cundinamarca.