El nombre de Soreini Rodríguez es muy conocido en el mundo del trail en Colombia, no en vano ha ganado varias de las carreras más importantes del país y viene de vencer en los 100 kilómetros del Chicamocha Race.
Pero lo que muchos no saben es que empezó como ninguna otra lo haya hecho. La mayoría de los runners comienzan con distancias cortas en carreras de calle y después de superar distancias más largas pasan al trail. Pero esta licenciada en Lenguas Modernas de la Universidad Javeriana no sabe los que es correr pocos kilómetros.
Se inició en el mundo del deporte en carreras de aventura de 400 kilómetros, que cubren en varios días y en las que combinaba atletismo, ciclismo y orientación. «Yo trabajaba en la ciclovía y con un grupo de amigos nos metimos a estas competencias de aventura. Íbamos de Bogotá a San Gil en cuatro días», cuenta Soreini.

Tras graduarse en la Universidad Javeriana se fue a estudiar a Francia, entre el 2011 y el 2014. Cuando regresó estaba en pleno auge el inicio de las carreras de trail en Colombia. Se metió en ese mundo, pero en 2016 quiso experimentar en las pruebas de ultradistancia. Ha hecho carreras de más de 100 kilómetros y hasta 100 millas (160 kilómetros), distancia que cubrió en 41 horas.
«Entre más largas las carreras me gustan más y mejor me siento. La verdad es que voy más cómoda después de los 40 kilómetros. Correr menos de 21 kilómetros se me hace muy duro, por los ritmos fuertes que hay que mantener», aclara la ultra mujer colombiana, que se prepara para un nuevo reto internacional, por supuesto, en ultradistancias.
El próximo 4 de diciembre competirá en Portugal, en el Maxi Race de Madeira, una isla exótica en la que tendrá que recorrer 100 kilómetros en la tercera edición de la prueba, que tiene aproximadamente 5.800 metros de desnivel positivo y la misma cantidad en descenso, con muchos ríos y montañas poco exploradas.

Esta isla es una de las dos habitadas del archipiélago, donde también está la de Porto Santo, ambas a menos de 500 kilómetros de las Canarias. En Madeira se sube hasta los 1.862 metros sobre el nivel del mar, en el Pico Riuvo, adonde llegarán los participantes a esta prueba, en la que Soreini espera seguir escribiendo su nombre, como una referente colombiana de las carreras de trail y las ultradistancias.
Para hacer realidad este sueño, la atleta bogotana dedica entre una y dos horas diarias a su entrenamiento entre semana y de tres a cinco horas los domingos, además de ejercicios de fortalecimiento. Su descanso son los sábados, aunque a veces los usa como ‘descanso activo’ en bicicleta.
«La verdad es que yo disfruto mucho correr y me siento feliz cuando lo hago. No es para nada un esfuerzo y si no lo hago me siento rara. Además, para este tipo de pruebas lo que necesitamos es acumular mucho fondo», recalca Soreinei, y se le nota.