Más allá de las medallas logradas por Colombia en el atletismo de los Juegos Panamericanos, que dejaron al país con la mejor actuación histórica en las justas, podemos decir que el balance general fue bueno.
El equipo conformado por 25 atletas (13 hombres y 12 mujeres) cerró con un balance de tres medallas de oro, dos de plata y una de bronce, una presea de plata más, pero igualmente una presea de bronce menos, que hace cuatro años en Lima, donde el atletismo colombiano llegó con un equipo de 42 atletas.
Además, 11 atletas se ubicaron entre los ocho primeros (finalistas) y dos de ellos quedaron a solo un escalón del podio (María Lucely Murillo, cuarta en lanzamiento de jabalina, y Mayra Gaviria, cuarta en lanzamiento de martillo).
Quizás, las pruebas en las que no se cumplieron las expectativas y con las que incluso se esperaba estar en la disputa de las medallas, fueron las de los relevos. En el 4×400 mixto, en el que se venía de ser campeón suramericano con récord nacional (3:14.79), apenas se marcó 3:23.17 en Santiago, para terminar sextos.
Por su parte, en el relevo 4×100 de las mujeres, tanto las marcas de la semifinal (44.67) como las de la final (44.79) no fueron buenas, e igualmente terminaron sextas, mientras que los hombres ni siquiera partieron por una lesión que tenía Ronal Longa y no le impidió ni siquiera correr en los 100 metros planos, en los que terminó descalificado.