Eliud Kipchoge lo ha ganado todo. Es campeón olímpico y tienen el récord mundial de maratón, con 2:01:39.

Pero en torno a él se montó un show para que el atleta keniano bajara de las dos horas en la distancia de los 42,195 kilómetros, en el marco del Ineos Chellenge 1:59, que se llevó a cabo este sábado en Viena (Austria).

Su tiempo en el reto fue de 1 hora, 59 minutos y 41 segundos. Su hazaña, sin embargo, no puede ser considerada récord, por todas las ayudas que recibió para lograr el objetivo.

Durante todo el recorrido contó con 41 liebres que se relevaban. Empezó el recorrido con cinco atletas en V, que seguían una estela de luz láser que le marcaba el paso, detrás de un vehículo.

“Los últimos 200 metros, los últimos 30 segundos, han sido el mejor momento de mi vida, estaba haciendo historia. Soy un hombre feliz», dijo Kipchoge al terminar el reto que lo pone en la historia como el primer hombre en bajar de las 2 horas en maratón.

El ritmo de 2:50 minutos por kilómetro se mantuvo durante todo el recorrido, marcado por las liebres, pero que solo Kipchoge, de 34 años y 52 kilos de peso, puede mantener durante los 42 kilómetros.

Sus gregarios, eran campeones de lujo, como los hermanos Ingebrigtsen, Bernard Lagat, el campeón olímpico Matthew Centrowitz y Selemon Barega.

Otra de las ayudas fueron las zapatillas que usó, con sus liebres, las Nike que se diseñaron con un muelle en la suela con placas de carbono y placas de aire comprimido.

Además, contó con cuatro asistentes en bicicleta, que le proporcionaban hidratación cada cinco kilómetros y que también estaba estudiada, en cuanto a la cantidad y los sorbos que debía tomar.

De esta manera, Kipchoge supera el reto que había intentado en mayo del 2017, con Nike, en el que falló por 26 segundos, en el autódromo de Monza. Esta vez todo salió a la perfección y el keniano hace historia con su sub 2:00, aunque la marca no pueda ser avalada.