Gerard Giraldo hizo su mejor marca personal en media maratón después de una larga para por lesiones. Tras su resultado escribió en redes sociales una crónoica de lo que fue su competencia, y que reproducimos en esta web, para que más lectores lleguen a esta historia.
«Una mañana fría, un grupo de 50 corredores élites y una ruta casi perfecta pronosticaban grandes marcas, solo quedaba persignarse y confiar en las semanas previas de duro entrenamiento.
En el conteo regresivo me embargaba una sensación de felicidad al pensar que posiblemente estaba a punto de correr la mejor media maraton hasta el momento en la historia de suramerica, sabía que podía correr menos de 1:03:45 pero pensar en 1:02 ya era un reto mayúsculo. Se requería un pequeño acto de fe.
Los kilómetros empezaron a transcurrir por la fría Buenos Aires, y un grupo de 30 corredores intentaría correr por debajo de 3:00 el kilómetro. El sonido de los tenis con placa de carbono era hipnotizante.
El primer reto vendría en el kilómetro 8, en la primera de dos subidas (unos 300 metros de inclinación) no quería perder el paso del grupo y apreté con fuerza. Hicimos ese kilómetro a un ritmo de 2:55, y el grupo quedó reducido a unos 10 corredores. Al llegar a la mitad me sentía aliviado porque mi cuerpo estaba respondiendo – y menos mal- porque lo iba necesitar para el siguiente kilómetro. Creo que fue el crucial para que se diera la marca. Un paso de 2:46, autoria del gran Federico Bruno, redujo el grupo a la mitad y quedamos en una fila india comandaba por él.
Poco a poco, las distancias se iban alargando entre los corredores, y subir a una autopista con viento en contra no ayudó a nuestros intereses, pero al ver el tiempo del kilómetro 15 y el rojizo sol saliendo en la ciudad, me llenó de motivación. Sabía que iba por una gran marca, solo restaba aguantar el tramo final.
El kilómetro 18 lo pasamos a 2:52, pero con mucho dolor y calambres incluidos, por lo que tuve que bajarle un poco al ritmo y mantenerme.
En línea de meta, al ver mi tiempo se me llenaron los ojos de lágrimas y tuve un pequeño diálogo interno me agradecí por no tirar la toalla en estos tres años, por confiar en mi talento, por trabajar duro cada día, y por poder decirles ¡’miren, lo logré he vuelto’!
Ahora solo queda recuperarme y buscar el próximo reto. Muchas gracias a los que confían en mi y a mis ‘haters’, también todos me motivan».
Gerard Giraldo, atleta del Equipo Porvenir