Sin lugar a dudas los Juegos Olímpicos de Tokio han sido unas justas diferentes en muchos aspectos, que pasarán a la historia por sus características excepcionales.
Uno de esos momentos que quedarán en la historia olímpica fue el protagonizado por el italiano Gianmarco Tamberi y del qatarí Mutaz Essa Barshim abrazados y festejando juntos la medalla de oro en la prueba de salto. Tamberi y Barshim acordaron compartir la medalla de oro en un hecho que no se registraba dentro del atletismo en los Juegos Olímpicos en 113 años de competencia.
Tanto Barshim, de 30 años, como Tamberi, de 29, finalizaron con saltos de 2,37 metros y no tuvieron intentos fallidos hasta que quisieron superar los 2,39. Después de tres fracasos cada uno a esa altura, un oficial olímpico primero les ofreció un desempate para decidir el ganador.
Entonces, luego de dos agotadoras horas de competencia y sin ganador definido, uno de los jueces se acercó a ambos y les consultó: «Ustedes pueden seguir saltando para desempatar».
«¿Podemos tener dos oros?», preguntó Barshim.
El oficial asintió y los dos atletas se dieron la mano y gritaron de alegría. «Lo miro, él me mira y lo sabemos. Simplemente nos miramos y sabemos, eso es todo», dijo Barshim. La medalla de plata quedó vacante y el bielorruso Maksim Nedasekau se quedó con el bronce.
Los tres atletas llegaron a los 2,37 metros, pero fallaron en la búsqueda del récord olímpico que ostenta el estadounidense Charles Austin con los 2,39 obtenidos en Atlanta 1996. El récord mundial es propiedad del cubano Javier Sotomayor con 2 metros 45 centímetros logrado en Salamanca (ESP) el 27 de julio de 1993.
Tamberi y Barshim tuvieron que superar graves lesiones en sus carreras, pero este último dice que los sacrificios valieron la pena. «Es asombroso. Este es un sueño del que no quiero despertar», dijo.
El italiano celebró su triunfo exhibiendo un yeso con la frase «Road to Tokio 2020-2021», en referencia a la lesión que lo marginó de los Juegos de Río 2016. Tamberi añade un oro olímpico a un palmarés en que ya figuraba el título mundial indoor de 2016 y el europeo del mismo año.
El qatarí Barshim, de 30 años, completó su colección de medallas tras haber logrado la de bronce en Londres 2012 y la de plata en Río 2016. El atleta, segundo en la lista de todos los tiempos con una mejor marca de 2m43, había superado la rotura de ligamentos en el tobillo que sufrió el 2 de julio de 2018 en el Memorial Gyulai de Szekesfehervar (Hungría), cuando estuvo a punto de batir el récord mundial con el listón, que rozó ligeramente en su primer intento, situado en 2m46.
En su tercera tentativa contra el récord sufrió la lesión que le tuvo casi un año inactivo, pero regresó a tiempo para proclamarse campeón mundial en su tierra (Doha 2019). Este año sólo había competido cuatro veces pero ha logrado estar a punto en el momento preciso, para compartir los máximos honores con otro «resucitado» después de una grave lesión, Gianmarco Tamberi.