La jornada del atletismo para Colombia comenzó con el repechaje de los 400 metros planos de las damas, series en las que compitieron Lina Licona y Evelis Aguilar, quienes buscaban una última oportunidad para estar en el grupo de las semifinalistas, pero sus marcas estuvieron lejos de las clasificadas.
Lina Licona ocupó el cuarto lugar de su serie, con un tiempo de 51.90 segundos, en el heat en el que se impuso la estadounidense Kendall Ellis con 50.44. Por su parte, Evelis Aguilar se ubicó séptima en su serie, con 52.86 y también se despidió de los que fueron sus terceros Juegos Olímpicos, los primeros en la prueba de los 400 metros. En su heat ganó la británica Victoria Ohuruogu, con 50.59 seg.
Las otras dos ganadoras de las series de repechaje fueron la nigeriana Ella Onojuvwevwo, con 50.59 y la puertorriqueña Gabby Scott, con 50.52, mientras que los otros dos cupos a las semifinal los obtuvieron, por tiempos, la surafricana Charlene Coetzze (50.66) y la checa Lourdes Gloria Manuel (50.81).
Por su parte, Natalia Linares, en quien estaban centradas las expectativas de clasificar a la final del salto largo, no tuvo un buen día y quedó por fuera de las 12 mejores que disputarán la final.
La atleta vallenata cometió falta en su primer intento, marcó 6,40 en el segundo y 6,04 en el tercero, lejos de sus mejores registros, que incluso recientemente había logrado en Europa, donde impuso el récord nacional sub-23, con 6,87 metros. Con su marca de 6,40 metros se ubicó en el puesto 22 del cuadro general de la prueba.
Luego de su presentación, Natalia se mostró muy triste en las reacciones que dio, pero siempre estuvo presta para atender a los medios, y en una muestra de pundonor, con lágrimas en ojos, aceptó la derrota pero con la convicción de que este es el camino.
«Sé que los atletas somos muy duros con nosotros mismos. Yo quería estar en esa final y pelear por la medalla, pero siento que decepcioné a mucha gente. Aunque tengo que sacarme esta espinita y buscaremos una competencia porque no puedo terminar el año así», dijo Natalia, quien después de tantos sacrificios y tiempo alejada de su familia, sueña ahora con compartir con su mamá y con su gente en Valledupar, para pensar desde ya en el siguiente ciclo olímpico.
Es claro que el resultado no era el esperado, pero también hay que reconocer que Natalia apenas comienza su carrera, que siempre se pone la camiseta para representar a Colombia de la mejor manera, que hizo un ciclo olímpico casi perfecto (solo se le escapó el oro en los Suramericanos de Paraguay), que ya compitió en la Liga Diamante y que apenas tiene 21 años.