La Federación Colombiana de Atletismo y sus ligas afiliadas se han esforzado en reglamentar y velar por el cumplimiento de las normas en las diferentes competencias nacionales, entre las que se encuentran las carreras de ruta.
Pero en varios municipios, las autoridades locales se ‘pasan por la galleta’ esas normas y en algunos casos no cuentan ni con el aval respectivo o de la liga o de la federación. Y en otras ocasiones, cuentan con los avales, pero no se respetan las reglas en cuando a la participación de atletas internacionales.
La reglamentación de la federación
En la resolución 001 de enero 2 de 2022 se reglamentan las carreras de ruta «para su autorización y organización, requisitos, normas y parámetros» y se clasifican como de caracter local, regional, nacional o internacional.
Según esta resolución, expedida por la Federación Colombiana de Atletismo, las carreras serán de Categoría A, de caracter internacional, avalada por la Federación Colombiana de Atletismo; Categoría B. de caracter nacional, avalada por la Federación Colombiana de Atletismo y la liga departamental o distrital respectiva, y Categoría C, de caracter local y regional, avalada por la liga.
Igualmente contempla que para que una carrera sea de caracter internacional deberá invitar a atletas de por lo menos cinco países y 10 atletas nacionales. Y para el caso de las carreras locales, regionales o nacionales, la paticipación de algún atleta internacional deberá contar con el aval de su federación y con el permiso de la Federación Colombiana de Atletismo, con una anticipación de 30 días a la realización del evento.
Lo que pasó en Tauramena
Pero nada de eso ocurrió el pasado fin de semana en la Carrera Casanare 10K Tauramena, en la que las autoridades locales autorizaron la paraticipación de dos atletas kenianos: Dickson Kimeli Cheruiyot y David Kiprotich Langat, a pesar de que el presidente de la Liga de Atletismo de Casanare, Daniel Camargo, les advirtió que ellos no podían competir, por tratarse de una carrera nacional.
Los atletas nacionales que estaban allí también protestaron por la presencia de los kenianos en un evento regional, y en la mediación, según contó el corredor Yohn Escamilla, el alcalde de Tauramena, Edgar Alfonso Salcedo, les dijo que se encargarían de la premiación de los kenianos por aparte.
Sin embargo, al finalizar la prueba, el acuerdo verbal se incumplió, en detrimento de los atletas locales, pues solo premiaban a los tres primeros, y con la decisión se perjudicaron a los locales, entre ellos el propio Escamilla, quien terminó tercero, detrás de los kenianos, y a Andrés Quitián, quien fue cuarto.
Ahora lo que queda es preguntar ¿qué pasará con los avales a estas carreras en futuras ediciones?, o ¿cómo frenar a los organizadores para evitar que sigan incumpliendo las normas?, o incluso, ¿qué pasa con las carreras regionales y locales que no cuentan con aval de la liga respectiva?, ¿que desición se tomará con los atletas que internacionales que llegan a la carreras y no cuentan ni con el aval de su federación ni con el permiso de la federación local? y una más, ¿por qué los atletas nacionales inscritos a sus respectivas ligas participan en carreras no avaladas?
Todas esas preguntas y reflexiones llegan en un momento muy oportuno, porque en diciembre se llevan a cabo varias de estas carreras y las unicas que cuantan con aval de la federación para tener atletas internacionales son la Carrera Rio Cali, el próximo 18 de diciembre, y la Carrera San Silvestre de Chía, el 31 de diciembre, además del Run Tour Avianca, que se disputó el pasado domingo 4 de diciembre.
