Entre las muchas expectativas para esta edición de los Juegos Olímpicos París 2024, uno de los duelos más esperados era indudablemente el de la estadounidense Sydney McLaughlin y la neerlandesa Femke Bol, en los 400 metros vallas, disputa que se escenificó este jueves 8 de agosto ante los ojos del mundo y los casi 80.000 espectadores del Stade de France.
La historia de ellas se venía escribiendo desde Tokio 2020, cuando McLaughlin se llevó el oro en aquella ocasión con un récord mundial de 51.46, el segundo lugar fue para, la hoy atleta retirada Dalailah Muhammad y el tercer puesto para Bol.
El año pasado, durante el Mundial de Budapest, McLaughlin volvió a romper el récord mundial, con y de paso se convirtió en la primera mujer de la historia en romper la barrera de los 51 segundos. Y ella misma se encargó de bajar aún más esa marca, en junio pasado, durante los trial de los Estados Unidos, al cronometrar 50.65.
Bol, por su parte, se acercó a ese registro y se convirtió en la segunda mujer en bajar de 51 segundos para los 400 metros vallas, al cronometrar 50.95, un mes después, y se empezaron a generar las expectativas del duelo para París 2024.
Con todo este preámbulo se dio inicio a la penúltima competencia del octavo día del atletismo en los Juegos Olímpicos, antes del final de la jornada en el Stade de France. Sonó el disparo con Mclaughlin y Bol, una al lado de la otra. Paso a paso, la estadounidense tomaba ventaja, Bol, contrario a lo que se esperaba, se distanciaba de su rival, al punto de llegar a la antepenúltima valla detrás de la estadounidense.
Y en el último tramo, McLaughlin se fue en solitario, con una amplia ventaja, en busca de la meta, mientras que Bol se veía forzada, y en los últimos 50 metros la sobreasó la también estadounidense Ana Cockrell, para quedarse finalmente con la medalla de bronce, en un remate muy ajustado con Jasmine Jones, igualmente de los Estados Unidos.
Y al igual que en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio, McLaughlin se quedó con el oro y Bol con el bronce. Ambas rivales se dieron un abrazo una vez acabada la carrera, y aunque la estadounidense no lo supo en su momento, también se llevó consigo un récord mundial, rompiéndolo por tercera vez, con un registro de 50.37.
Aunque bol se vio superada en esta prueba, la neerlandeza no queda fuera de la gloria olímpica, pues ella fue quién le dio la victoria a su equipo en el relevo 4×400 mixto, tan solo cuatro días atrás.
400 metros vallas damas:
Oro: Sydney Mclaughlin (USA), 50.37 WR
Plata: Anna Cockrell (USA), 51,87 PB
Bronce: Femke Bol (NED), 52.15