Esta historia emociona solo con leerla. Molly Seidel es una joven de 25 años que debutó en maratón el pasado sábado 29 de febrero en los Trials de Estados Unidos. Tiene dos trabajos, comparte apartamento con su hermana y no le falta humor para participar en la carrera del pavo disfrazada. Su próxima maratón será en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y ni ella misma se puede creer lo que le está pasando.
Molly Seidel es uno de esos ejemplos que demuestran que todo es posible y que hasta los sueños imposibles se pueden cumplir. Había sido una atleta destacada en la universidad, pero sus últimos años fueron ligados siempre a lesiones. Empezó a trabajar en una cafetería en Boston y cuidaba niños para llegar a fin de mes. Aunque llegaba bien de forma para los Trials de Atlanta, no tenía grandes expectativas en la carrera.
Del debut a los Juegos Olímpicos
Nadie podía imaginar que en su primera maratón, Molly Seidel se clasificara directamente para la maratón olímpica de Tokio 2020. Seidel terminó segunda el sábado en Atlanta, con un crono de 2:27:31 y asegurándose así uno de los tres puestos en el equipo olímpico de maratón estadounidense.
Seidel es conocida por su logros en carreras de 5.000 y 10.000 metros. Ganó el Campeonato de Foot Locker Cross Country en 2011 y tiene cuatro títulos de la NCAA. Se clasificó para las pruebas de maratón olímpica gracias a su tiempo en la media maratón de San Antonio en diciembre (1:10:27).
El complicado recorrido de la carrera jugó a favor de las condiciones atléticas de Seidel, con un día frío y ventoso y un recorrido nada llano, la joven pudo jugar sus mejores cartas.
En una carrera que contaba con los grandes nombres del atletismo femenino estadounidense: Jordan Hasay, Sara Hall, Molly Huddle, Emma Bates, Desire Linden… Seidel se mantuvo siempre atenta a los movimientos del pelotón de cabeza hasta que la carrera se rompió con Aliphine Tuliamuk y Sally Kipyego poco antes del kilómetro 34. Las tres corredoras serían las elegidas este año para representar a Estados Unidos en la maratón de Tokio 2020, con Tuliamuk en primer lugar con un tiempo de 2:27:23.
Las cuestas y los fuertes vientos de frente que soplaron durante toda la maratón hicieron que los tiempos se ralentizaran mucho. Linden terminó en 2:29:03, con Bates muy cerca en 2:29:35. Huddle y Hall no terminaron. Hasay terminó, pero en 2:37:59, para entender la complicación de la prueba.
Aunque Seidel ha pasado los últimos dos meses entrenando en altitud en Flagstaff, Arizona, su vida en Boston ha sido bastante sencilla comparada con la de algunas de las competidoras a las que se enfrentó el sábado. Va a trabajar, comparte apartamento con su hermana menor y convive con las terribles condiciones climáticas de Boston.
«Normalmente me levanto, hago mi sesión de entrenamiento principal, vuelvo, trabajo un par de horas en la cafetería o voy a hacer de canguro, y luego puedo correr otra vez más tarde. Pero las cosas podrían cambiar un poco cuando vuelva a Boston», dice Seidel.
Le chocó los cinco a su hermana en el kilómetro 11
¿Cuándo ha sido la última vez que hemos visto a un atleta profesional desviarse a mitad de una competición para chocar los cinco con un familiar?
Pues así es Molly Seidel. Una corredora que también sabe disfrutar corriendo disfrazada de pavo en su Wisconsin natal.
Seidel ha tenido que lidiar con lesiones y desórdenes alimenticios durante mucho tiempo y recuperarse no ha sido fácil. Hace cuatro años rechazó alguna oferta de patrocinio por no estar emocionalmente preparada para convertirse en profesional.
La pregunta ahora mismo que todos nos hacemos es, ¿dejará sus dos trabajos y aceptará algún patrocinador para centrarse de ahora en adelante en su carrera profesional como atleta?
Tomada de Planetatriathlon.com