En Febrero pasado, Kellys Arias, la recordista nacional de maratón (2:29:36), compitió en la Media Maratón de Guadalajara como parte de su preparación para una temporada que haría en Europa, donde buscaría la marca de clasificación o sumar puntos para estar en los 42 km de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Sin embargo, durante el recorrido sintió una molestia, que en un principio pensó que era muscular, y aún así terminó la prueba, con un tiempo de 1:21:46.
El dolor, por la lesión, y la tristeza, por la marca, le robaron algunas lágrimas, también por la incertidumbre de saber exactamente qué era lo que tenía.
Regresó al país y el dictamen final fue fractura por estrés grado 2 en la tibia de su pierna izquierda. Tuvo que parar por completo durante tres meses y empezar de cero, con fortalecimiento, acondicionamiento y posteriormente trotes suaves.
«Al principio me costaba ir a ritmos de 5 o 6 minutos por kilómetro (normalmente corre por debajo de 3:35 en maratón), sufría mucho cuando intentaba ir más rápido», dijo Kellys, quien volvió a competir hace 15 días, en la Expedición Bodytech en Medellín.
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En esa carrera de 10 kilómetros, en la que terminó segunda, ya pudo sostener un ritmo de 3:43, lo que la dejó tranquila y contenta con su evolución, a tal punto, que estará en la media maratón de Bogotá, el próximo domingo 28 de julio.
«Voy a correr progresivamente e intentaré sostener un buen ritmo (tempo) en los últimos 15 kilómetros. Pero tengo que esperar a las indicaciones de mi entrenador, Jerónimo Bravo», agregó.
Esa confianza con la que llega a la carrera, le permitirá medir sus fuerzas con miras a los compromisos que tendrá en Europa en el segundo semestre, ya que está catalogada como atleta Bronce Label, lo que le permite ser invitada a competencias de primer nivel mundial.
Su principal objetivo es sumar puntos para la clasificación al maratón de los Olímpicos de Tokio 2020, pero por ahora lo más importante es que está de vuelta y con las sensaciones en alza.